Friday, August 11, 2006

Soneto II (Orquídea maligna)



Negra orquídea, tú creces en mi pecho…
tan feroz y brutal que hasta los miedos
del mundo se tornaron mil remedos
de estos gritos rodantes sobre el techo.

Triste orquídea, ¿qué dioses te han hecho?
deidades terracotas en los credos
te formaron perversa con sus dedos
para esculpir en mí tu altar estrecho.

No eres obra de un dios o algún demonio:
no eres más que una estética asesina.
¡Hoy quedará en mi piel tu testimonio!

si extingues esta luz, la endeble aureola,
—incrementada sed que me lamina—
tu victoria tendrás, negra corola.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home