Derrota

Cantó el gallo tres veces
antes que me negara,
llovió adornando el césped
de mi tumba y funeral.
Cayó el peso de la soberbia
destrozando las rodillas
de una cárcel semivacía,
construida de letras,
tinta, números y respuestas.
Llegó el día primero,
último de una neblina oscura,
la mitad de una hoguera insomne
y el ciclo de los recuerdos...
2 Comments:
De nuevo ese aire visceral... Es encantador. Y esta vez, la brevedad le ha dado un rostro de sabiduria como de esas máximas aristotélicas.
Tiene usted un estilo multifascético que lo obliga a uno a desconocerla en cada escrito.
¿cómo se logra eso querida?
Viviendo... creo que esa es la respuesta. Recuerda "Grita".
Bueno, claro, este poema fue escrito cuando tenía 18 años, hace ya 6 años y cachito... sigue siendo lo que fui, un poco de oscuridad sin luz, si lo puedes ver.
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